¿Qué hago si mi hija o hijo no se concentra?

“Mi hijo/a no se concentra” “Hay que repetirle las cosas mil veces” “Debe tener déficit de atención con hiperactividad”

¿Te has escuchado diciendo frases así?

A muchas madres y padres les pasa. Resulta agotador tener que pedirle muchas veces las mismas cosas a nuestros peques o ver que no logran prestar atención y concentrarse. 

Pero, ¿es realmente un déficit de atención? Vamos a verlo

Los diferentes tipos de atención

Pero primero, aclaremos qué son los procesos de atención y concentración y lo que implica cada uno: 

  • Atención: Es un proceso cognitivo que nos permite mantener un estado de activación para orientamos hacia un estímulo específico.
  • Concentración: Proceso más complejo, es cuando prestamos atención a un mismo estímulo durante un periodo de tiempo determinado y procesamos dicha información.

Atención focalizada o sostenida: es cuando prestamos atención a un solo aspecto, estímulo o tarea. Por ejemplo; cuando estamos leyendo. 

 Atención selectiva: se activa cuando debemos prestar atención a un solo elemento entre muchos otros. Por ejemplo: tu peque intenta estudiar historia mientras tú aspiras la casa, el hermanito juega ruidosamente a los superhéroes y el matinal se encuentra a todo volumen en la TV. Difícil, ¿no?

La atención dividida se activa cuando es necesario estar atentos a muchos elementos o estímulos a la vez. Por ejemplo, cuando vamos manejando, que debemos estar atentos a sonidos como las bocinas, estar atentos a los semáforos, ciclistas, autos y peatones.

 Ahora que sabemos que hay varios tipos de atención, podremos entender por qué, durante la pandemia, fue todo un reto para nuestros peques mantenerse concentrados mientras se conectaban a sus clases desde casa, cuando había más de una cosa ocurriendo alrededor.

👀 ¿Por qué son importantes la atención y la concentración en nuestras vidas?

Los procesos de atención y concentración son la base de nuestro actuar en el día a día y, por ende, son primordiales para adquirir nuevos aprendizajes.

Por ejemplo, no podríamos leer, estudiar, jugar, cocinar de forma efectiva, si no estamos atentos a lo que hacemos 🧐 🤓

Y estarás pensando que tú sí puedes cocinar y hablar por teléfono al mismo tiempo, por ejemplo.

Y esto puede ser cierto para ti que eres una persona adulta.

Pero es importante que sepas que los tiempos de atención y la capacidad de concentración de nuestros peques son menores al de una persona adulta promedio

 🧸 Cómo es la atención de niños y niñas

Los tiempos de atención y concentración varían en la medida en que adquieren una mayor madurez cerebral. 

Por ejemplo, se prevé que un peque de 2 a 3 años puede mantener su atención durante un periodo aproximado entre 5 y 10 minutos, mientras que uno de 5 a 6 años logra mantener un periodo de atención aproximado de 30 minutos

Esta es la razón por la que debemos tener expectativas realistas. 

No podemos esperar que un peque de 3 añitos (ni siquiera uno de 6 años) mantenga su atención a la misma actividad durante 1 hora. 

Y te preguntarás por qué sí logra mantener su atención por horas cuando le das el celular. 

Hay una razón

Por lo general, el consumo de material digital (vídeos de youtube, juegos de vídeo, entre otros) vienen cargados de muchos estímulos (sonidos, colores, movimiento) que logran captar y mantener la atención de los peques por mayores cantidades de tiempo. 

Es decir, los sobre-estimula. 

Pero, ante tareas comunes, las capacidades de atención y concentración son limitadas. 

Y esto es así tanto para peques como para grandes. 

⏳ El límite de la atención

Los seres humanos no podemos mantenernos atentos a una sola cosa durante muchas horas. 

Estamos en presencia de un proceso que suele oscilar. 

¿Te ha pasado que estás leyendo un libro y, al finalizar una de las hojas, te encuentras pensando en qué debes hacer mañana y te das cuenta de que no sabes qué leíste? Lo mismo le pasa a nuestros peques. 

Entran en juego dos factores diferentes a la hora de establecer y mantener la atención: 

  • Los factores internos: motivaciones, intereses y capacidades del niño o la niña. 
  • Los factores externos: afectan de forma directa o indirecta las capacidades de atención.
Factores internos que interfieren en los procesos de atención y concentración Factores externos que interfieren en los procesos de atención y concentración
  • Motivación e interés: qué tan motivante e interesante es la actividad para recibir todo el enfoque de parte del niño o niña. 
  • Nivel de activación física: si nuestros peques están más activos a nivel motor, será más difícil para ellos poder mantener la atención. 
  • Cansancio, hambre, sueño: estos son algunos elementos que pueden afectar la atención y concentración. 
  • Ruidos en el ambiente. 
  • Otras distracciones que puedan resultar de interés para los peques. 
  • Cantidad de opciones. 
  • Dificultad de la tarea. 
💡 ¿Cómo podemos ayudar a nuestros peques a concentrarse mejor? 

Estas son las recomendaciones de los expertos de Tapuy para que tu peque aproveche al máximo los tiempos de concentración propios de su edad:

  • Procura que el ambiente no sea muy ruidoso y la iluminación sea acorde. ¿Por qué? Un estímulo, mientras más intenso o potente, más llamará la atención. Entonces es muy difícil concentrarse en una lectura si tenemos una tv encendida al lado.
  • Que no haya muchos distractores. Por ejemplo, no va a ser igual estudiar en el mismo lugar en el que están todos sus juegos preferidos a tener un lugar destinado solo para estudio. En caso de que no sea posible tener espacios separados, procura que el lugar de estudio se encuentre ordenado y con pocos juguetes a la vista.
  • Celebra los logros. Sabemos que, en ocasiones, prestar atención no es fácil. Por eso, es bueno reconocer cuando los peques terminan una actividad o mantienen la atención durante un buen periodo de tiempo. “Lograste terminar toda la actividad solo, ¡te felicito!”
  • Lo novedoso siempre va a ser atractivo. Ayúdales buscando maneras novedosas y divertidas de hacer las mismas cosas. Por ejemplo, una lectura dramatizada siempre va a ser más divertida de atender que una lectura simple, ¿no crees?

También nos ocurre, como decíamos en un principio, que sentimos que nuestros peques no atienden a lo que decimos y debemos repetirles las cosas muchas veces.

Si te pasa, estas recomendaciones te pueden ayudar:

  • Cuando le pidas algo o converses con tu hijo o hija, baja a su altura y mírale a los ojos. Será más fácil prestar atención que si pegamos un grito desde el otro lado de la casa.
  • Da pocas instrucciones a la vez. Evita dar más de 3 o 4 instrucciones en un mismo momento porque se le dificultará recordarlas todas.
  • Procura adaptar las actividades que deban realizar tomando en cuenta sus gustos e intereses. Esto les motivará a mantenerse en la tarea.
  • Todos tenemos momentos en el día en los cuales nos concentramos mejor, ¿sabes cuál es el de tus peques?

¿Sabías que nuestros talleres en Tapuy Casa Mágica fomentan diversos procesos cognitivos como la atención y la concentración?

El arte permite, de una manera lúdica, desarrollar habilidades que les permiten a los peques potenciar sus procesos de atención sostenida.