Propiciar la curiosidad es alimentar el gusto por aprender

“El humor y la curiosidad son la más pura forma de inteligencia” 

Roberto Bolaño

Tienen manos pequeñitas, dedos delgados y poca fuerza… 

Pero qué gran capacidad para desarmar controles remotos, teléfonos celulares y hasta los juguetes más indestructibles. 

¿Por qué los peques destrozan todo? 

Porque lo necesitan para entender el mundo. 

Hacer preguntas está bien. Pero es mucho mejor descubrir cómo funcionan las cosas y así explorar qué hay adentro. 

Si los adultos tuviéramos más consciencia de lo importante que es esto para su desarrollo, estimularíamos y veríamos con otros ojos esos momentos en los que los niños “inventan demasiado”. 

¿Por qué mi hijo pregunta tanto “por qué”?

Pero… ¿Qué es eso de “la curiosidad”?

Es esa habilidad fundamental que permite desarrollar el pensamiento crítico y comprender cómo funciona el mundo. Es una puerta que se abre ante nuevas experiencias y da cabida al aprendizaje. 

A partir de los 3 años, los nenes comienzan a hacer preguntas: 

  • ¿Por qué el cielo es azul? 
  • ¿Por qué el avión vuela? 
  • ¿Por qué las hojas son verdes? 
  • ¿Los árboles duermen? 

Te entendemos. Tantas preguntas en tan poco tiempo y con tantísima insistencia puede ser un reto hasta para la persona más paciente del mundo. 

Algunas veces, hasta podemos pensar que lo hacen por molestar. 

Pero la verdad es que los niños son curiosos. 

Como es lógico, tienen muchas dudas de cómo funciona el mundo que los rodea y quieren saber el porqué de todo. ¡Quieren entender!

Y evidentemente van a acudir a las personas en las que confían y quieren: mamá, papá, hermanos, familia. 

Saber qué responder a estas preguntas de forma efectiva es importante para su crecimiento. Pero de eso hablaremos más adelante. 

Comencemos respondiendo una pregunta fundamental: 

Pero… ¿Qué es eso de “la curiosidad”?

La curiosidad es el deseo innato de saber y conocer más acerca de un tema u objeto en específico. 

Ser curioso permite que los niños y niñas sean personas críticas y potencia la resolución de problemas. 

“Entonces, ¿me estás diciendo que la curiosidad es necesaria para el desarrollo?”

¡Sí! 

Recuerda que tú tienes más años de vida y experiencia, pero tus peques apenas están conociendo el mundo, todo va a ser nuevo y maravilloso. 

¿Para qué sirve la curiosidad en los niños?

La respuesta es tan simple, que es normal que la pasemos por alto. 

La curiosidad propicia el aprendizaje. 

Cuando un peque tiene curiosidad de saber más sobre algún tema en específico, buscará todos los medios para aprender. 

Tiene interés y eso fomenta su aprendizaje. 

En términos más científicos: cuando se sacia la necesidad de conocer el porqué de algo, se activa un circuito cerebral que se relaciona con la obtención de recompensas, el cual trae consigo  satisfacción

Entonces, siente interés, explora, aprende y genera satisfacción. Así de sencillo y así de complejo.

Por eso, madres, padres y cuidadores deben fomentar esa curiosidad. 

Pero… ¿A partir de cuándo debemos hacerlo? 

¿Desde cuándo fomentar la curiosidad de los niños y niñas?

Si estás pensando que debes estimular la curiosidad a partir de los tres años, que es cuando comienza a hacer preguntas… estás en un error. 

Los niños y niñas nacen siendo curiosos por naturaleza y es por ello que es necesario estimularla desde muy pequeños. Sí, desde sus primeros meses. 

Los bebés, una vez que comienzan a gatear, quieren explorar y conocer a su manera el mundo que tienen a su alrededor. Por eso es importante permitirles explorar con libertad y de forma segura. 

También debemos explicarles de manera sencilla qué son los objetos que les rodean. 

Por ejemplo, puedes darle una manzana y decirle: “esto es una manzana, es una fruta y se come”. Lo ideal es que pueda agarrarla, olerla, tocarla y hasta probarla. Recuerda que los bebés exploran mediante el movimiento y llevándose todo a la boca, así reconocen su temperatura, textura, sabor, etc.

Estas simples acciones del día a día fomentarán tanto la curiosidad, como el desarrollo del lenguaje. 

Así fomentas la curiosidad en niños y niñas

Entonces, ¿Cómo puedo fomentar la curiosidad en mis peques? Presta atención a estas recomendaciones: 

  • Permítele explorar libremente en entornos que consideres seguros. 
  • Responde a sus preguntas con un lenguaje apto a su edad. Es posible que si das una explicación muy teórica, los niños sigan sin comprender.
  • Procura brindar una experiencia que acompañe tu respuesta. Intenta que viva la experiencia y así lo recordarán por el resto de su vida. Por ejemplo, si pregunta por las estrellas, podemos organizar una visita al planetario. 
  • Ante una duda, pregúntale “¿por qué crees tú?”. Esto dará un medidor de lo que ellos ya conocen y nos permitirá completar la información con contenido adaptado a su edad. Así impulsarás su pensamiento crítico, para que genere su propia opinión. 
  • Si no conoces la respuesta, ¡no te preocupes! Claramente, no lo sabemos todo y es importante que los niños y niñas sepan eso. ¿Cómo hacemos en ese caso? Le podemos responder cosas como “¡Qué pregunta tan interesante! En realidad no conozco la respuesta, ¿te parece que lo averigüemos juntos?”.
  • Genera espacios de discusión respetuosa, en los que cada uno pueda expresar su opinión respecto a un tema. Estos espacios de debate permiten que desarrolle respeto por el otro, empatía y ayudan a consolidar los aprendizajes. 
  • Los niños y niñas hacen preguntas geniales, es bueno que se lo hagas saber con comentarios como: ¡Qué buena pregunta! ¡Nunca había pensado en eso! Así comprenderán que nos gustan sus preguntas y que aprendemos gracias a ellos. 

Mi hijo pregunta mucho y pierdo la paciencia

Seguro te ha pasado que estás full de tareas del trabajo, organizando la casa o tratando de concentrarte en una lectura… y el peque no deja de preguntar. 

“¡Ya basta! Deja de preguntarme cosas, por favor”, gritas ya en desespero.

¿Te ha pasado? Te contamos que no eres la única persona que pierde la paciencia ante tantas preguntas de los peques. Es bastante normal. 

A veces hasta puedes ignorar sus preguntas sin querer. Estas acciones podrían coartar la curiosidad de nuestros peques. 

¿Qué otras acciones atentas contra la curiosidad de los niños y niñas? 

  • No responder las preguntas. Ello también trae como consecuencia que los niños y niñas no quieran hacer más preguntas, que se sientan mal y que su curiosidad comience a disminuir debido a que su necesidad de saber no es satisfecha. 
  • Hacerles sentir que sus preguntas son tontas o hacerlos sentir mal por preguntar. Con comentarios como “preguntas demasiado” “anda a preguntarle a tu profesora” “qué clase de pregunta es esa”.
  • No generar espacios de sanas discusiones en las cuales cada quien expone su punto de vista y se respeta la opinión de los demás. 
  • Mantener una rutina monótona, en la cual no se abran espacios para explorar y aprender. 

Mi hijo no hace preguntas, ¿cómo puedo hacer para fomentar su curiosidad? 

Si tu peque no hace preguntas, calma. 

La buena noticia es que la curiosidad se puede estimular a cualquier edad. Por eso, si tienes un nene poco curioso, puedes impulsar esa necesidad de aprendizaje experimental de distintas formas. 

  • Haz tú las preguntas interesantes para que ellos respondan: ¿te has preguntado por qué los ciempiés tienen tantas patitas? 
  • Brinda experiencias multi-sensoriales y explora nuevos lugares juntos. 
  • Busca información en conjunto sobre temas de su interés. 

En la medida en que fomentas y mantienes viva la chispa que da vida a la curiosidad, los niños y niñas disfrutarán más aprender. 

Recuerda algo, los peques cuya curiosidad ha sido adecuadamente fomentada, tendrán mejor desempeño escolar y, más importante, desarrollarán gran interés por asistir al colegio. Es decir, les gusta aprender. 

¿Qué actividades económicas y fáciles fomentan la curiosidad?

Si estás buscando juegos entretenidos, económicos y sencillos para impulsar esa curiosidad, te traemos nuestros preferidos: 

  • Juegos de exploración. “Hoy nos vamos a convertirnos en científicos. Para ello iremos al parque con nuestras lupas para observar las plantas y pequeños animales”. 
  • Exploración sensorial: jugar a cerrar los ojos y adivinar qué objeto tenemos en la mano a través del sentido del tacto y olfato. Esto les permitirá desarrollar sus sentidos. 
  • Paseos divertidos y diferentes: procuren hacer paseos diferentes una o dos veces al mes. Desde ir a conocer un museo, visitar el planetario o hasta ir a una estación de bomberos funcionará. Unas horas de estas actividades aseguran días de juegos. 
  • Jugar a explicarle a otra persona lo que aprendimos hoy. Luego de haber investigado sobre un tema, haber explorado o conocer cómo funcionan algo, pueden llamar a un familiar para que los niños les cuenten su experiencia. Explicar algo a otra persona permite consolidar los aprendizajes adquiridos. 

¿Buscas una actividad que fomente esa curiosidad y necesidad de aprendizaje? 

En Tapuy hemos desarrollado talleres online enfocados en ciencia que harán que tus peques usen su curiosidad innata para aprender, divertirse y explorar. Te invitamos a descubrirlos en https://mitapuy.org/talleres

En general, fomentar la curiosidad no significa que debemos estar disponibles al 100% todo el tiempo, pero sí debemos estar conscientes respecto a qué respondemos a nuestros hijos cuando ellos preguntan y cuáles son las implicaciones de dichas respuestas. 

También debemos estar atentos a cuáles son sus focos de interés y desarrollar actividades en las que podamos impulsar aprendizajes relacionados lo que les gusta, disfruta y quiere saber más.