Vas caminando por la calle, inmersa en tus pensamientos cuando de repente suena tu canción preferida, automáticamente comienzas a cantarla y tu cuerpo se mueve al ritmo de la música, ¿te suena familiar?
Esa es la magia de la música y el efecto que tiene en nosotros. ¿Sabías que estudios confirman que nacemos con una capacidad innata de responder corporalmente ante la música? ¡sí!, es por eso que cuando pones música en casa, tu bebé comienza a moverse alegremente.
Bailar nos alegra, además fomenta el descubrimiento de su personalidad, fortaleciendo el autoestima y permitiéndoles explorar libremente lo que su cuerpo puede y quiere hacer. Los mantiene conectados con su sensibilidad, tanto interna como hacia el medio que los rodea, ya que es un gran medio de expresión.
A nivel físico permite el desarrollo de la coordinación, esquema corporal, control del cuerpo, habilidades espaciales, les permite explorar su cuerpo, sus pensamientos, imaginación, y conocer su fuerza y elasticidad.
Algunos juegos para bailar en casa
- Hagamos música con el cuerpo: sin poner música, comenzarán a realizar sonidos con distintas partes de su cuerpo hasta lograr un ritmo en común. Unas personas pueden aplaudir, otros chasquear los dedos o hacer percusión con las piernas, zapatear, entre otros. Ya verán cómo van sintonizando el uno con el otro y todo lo que se van a divertir.
- ¡Congelado! Podemos colocar música y al pausarla todos debemos quedar congelados, sin la posibilidad de realizar movimiento alguno hasta que la música vuelva a sonar.
- El trencito: podemos colocar música en casa y hacer un tren, la persona que va de primera debe ejecutar movimientos para que las personas que están atrás lo repitan: saltar en una pierna, caminar agachados, saltar como sapitos y cualquier cosa divertida que se les ocurra hacer al ritmo de la música. Pueden ir variando quien va adelante para hacerlo más divertido.
- La fiesta de los animales: pueden colocar música y cada persona debe elegir a su animal preferido y deberá bailar imitándolo. Será muy loco y divertido ver cómo cada quien se convierte en un animal diferente.
- Limbo: pueden usar un palo de escoba y sostenerlo entre dos para que las personas, al ritmo de la música, puedan pasar por debajo. Mientras vayan avanzando pueden ir complejizando el juego, colocando el tubo más abajo, ¡será muy divertido!