Definir cuál es el tiempo en que los niños y niñas pueden estar expuestos al uso de pantallas es un gran tema en la crianza. En el siguiente artículo te compartimos algunos consejos y sugerencias para hacerlo de forma responsable y segura.
Cuándo hablamos de tiempo en pantalla, nos referimos al tiempo que pasamos frente a aparatos tecnológicos como computadores, televisores, tablets o celulares, bien sea por trabajo o entretenimiento. Como adultos, lo ideal es que seamos una guía para que el uso de estas tecnologías sean beneficiosas para la infancia y no interfieran en su desarrollo.
Es una realidad que para esta generación, y sobre todo a causa de la pandemia, el tiempo en pantalla aumentó considerablemente. La escuela en casa, videollamadas con los amigos o familiares, el tiempo de ocio, suena como mucho ¿cierto?, pero no seamos tan duros con nosotros mismos, hay maneras de que esto no afecte de manera negativa y el tiempo en pantalla sea seguro para la infancia.
Comienza por establecer límites claros y razonables
No se trata de que, de manera radical, prohíbas todo uso de pantallas. Estamos en el 2021, las tecnologías forman parte de la cotidianidad, al final no queremos que nuestros hijos se queden atrás o esto les impida relacionarse fluidamente con su generación.
Si, por ejemplo, tu hijo tiene escuela en casa 5 horas al día, quizás antes de dejarle jugar 3 horas seguidas de videojuegos, o ver una serie en Netflix, podrías priorizar alguna actividad física, y luego permitirle una hora o máximo dos de alguna actividad de ocio que prefiera.
Establecer límites claros no significa dar órdenes y ya, debes explicar y proponer ideas en torno al uso de pantallas, y cómo esto no puede significar un abandono de sus deberes o de las relaciones sociales.
Mantente alerta sobre qué tipo de contenido está consumiendo
Un grave error que muchas veces hemos cometido, es dejar que nuestros niños, incluso desde muy temprana edad, elijan solos que ver o jugar sin supervisión. Hay que tener presente que el internet puede ser un lugar muy peligroso, por suerte hay ciertas medidas de seguridad que podemos tomar como adultos responsables.
Cada vez son más las plataformas que tienen versiones o filtros para la infancia, o el sello Kids Safe que es un programa independiente que entrega certificados a sitios web y tecnologías que son amigables y seguras para la niñez.
Aunque esto nos brinda mayor tranquilidad como padres, madres o cuidadores, no debemos dejar todo el trabajo a las plataformas, igual debemos estar atentos a lo que nuestros niños consumen en todo momento.
Entonces, ¿Cuánto es el tiempo máximo que puede pasar un niño o niña frente a una pantalla?
Antes de preguntarnos, cuánto tiempo debe mi hijo estar frente al TV, si es una hora, dos horas, 20 minutos o nada, la guía para uso de pantallas en casa de UNICEF, sugiere hacernos estas preguntas: “¿Qué tengo que enseñarle para que pueda usar la tecnología en forma segura?” o “¿A qué edad tengo que enseñarle estas cosas?”.
De esta forma, como adultos nos enfocamos en cómo podemos brindarles herramientas para que hagan uso de las tecnologías responsablemente, y no sólo guiarnos por un tiempo delimitado.
Si, seguro que tu hija ya maneja el celular hasta mejor que tú, pero ¿sabe cuidarse al momento de navegar en la web? Esa debe ser nuestra principal preocupación y tarea. Además, es importante que el tiempo de uso de pantallas no esté interfiriendo con los siguientes aspectos:
- Tiempo de calidad con amigos y familia
- Ejercicio físico
- Tiempo de sueño de calidad.
- Alimentación completa.
- Tiempo de estudio y tareas.
- Cumplir con las responsabilidades del hogar.
En conclusión, cómo todo en la vida se trata de mantener el equilibrio, que el tiempo online sea valioso y no sustituya las actividades esenciales offline. Al final, estimular y aprender sobre tecnologías en la infancia, es tan importante en la actualidad como aprender sobre ciencias o matemáticas.
Nuestro rol es ser guías y supervisores durante todo el proceso, más que preocuparnos porque cumplan un tiempo exacto frente a las pantallas, debemos asegurarnos que esto no sustituya, de ninguna manera, sus actividades y forma de relacionarse fuera de ellas.