Escrito por Patricia Villarroel, psicóloga educativa.
¿Lo peor? Se cree que estas cifras pueden haber aumentado después de la pandemia.
Hagamos un breve ejercicio.
“Si te pegan, ¡pégale más fuerte!”
“Si te empujan, los empujas con más fuerza. Así te das a respetar”.
¿Te suenan estas frases?
Es probable que alguna vez, cuando estabas en el colegio, tus padres te hayan dado estas indicaciones.
Pero el tiempo ha pasado y eres otra persona.
¿Qué opinas actualmente de tales afirmaciones?
¿Qué ocurriría si enseñaras a tus peques a pegarles a otros como método de defensa?
¡Exacto!
La violencia no se frena con violencia, golpes o insultos.
Los padres y madres son responsables de educar y enseñar a los chicos a resolver una situación de acoso sin violencia. Ya sea que tu hijo sea víctima directa o testigo de bullying hacia otros.
Antes de hablar sobre métodos de defensa, te pregunto ¿sabes lo que es el bullying?
¿Qué es el bullying?
Es el maltrato físico o psicológico constante e intencional, al cual es sometida una
persona por ser o verse de determinada forma. Es continuo e incluye “bromas pesadas”, burlas, insultos e incluso agresiones físicas.
Por lo general es ejercido por personas que se encuentran en una situación de poder, por ejemplo: por niños o niñas que son populares y tienen el respaldo de otros al cometer las acciones, o que son unos años mayores o más grandes en tamaño.
El bullying se puede presentar en ámbitos físicos, como en casa, escuela, lugares de
recreación.
Aunque, también se puede evidenciar en línea mediante correo, SMS o redes sociales.
En este caso, hablamos de ciberbullying (enlazar al artículo de ciberbullying).
En un evento de acoso existen 3 personajes importantes:
- Quienes realizan el acoso o bully.
- La víctima o quien lo sufre
- Los testigos que apoyan a quien está ejerciendo las funciones de acoso o quienes simplemente guardan silencio al ver estas acciones.
¿Cómo puedo detectar que mi peque está siendo víctima de bullying?
- Abre espacios de conversación en el hogar: es importante que todos los días tomen un rato para conversar acerca de cómo están, cómo se sienten, cómo les fue en la escuela. Estos espacios permitirán que los peques se sientan en confianza para contarnos lo que les ocurre fuera del hogar.
- Mantente atento a las señales físicas, como por ejemplo golpes, arañazos, moretones.
- Presta atención a señales emocionales, por ejemplo, si ves que ya no quiere ir a la escuela, si le notas con desánimo, inapetente, disminuye en el rendimiento académico, padece pesadillas constantes, tiene baja autoestima, entre otras. Busca entender la razón detrás de estos comportamientos sin juzgarle, más bien desde una perspectiva comprensiva y de acompañamiento.
¿Cómo puedo prevenir que mi peque sea víctima de acoso?
- Hablen sobre el tema: abran espacios de conversación en casa donde puedan hablar acerca del acoso, explícales qué es (siempre adaptando el lenguaje a su edad y experiencias) y hazle sentir la confianza de contarte si ha vivido alguna experiencia en la escuela o en algún otro ámbito.
- Evita juzgarle si te cuenta alguna experiencia. No hagan comentarios como “tú lo buscaste” u otros que le hagan sentir mal o que tiene la culpa. Demuéstrale que estás ahí para escucharle, apoyarle y validar sus emociones.
- Ayúdalos a conocerse a ellos mismos. El autoconocimiento fomenta la autoestima ya que les da a conocer cuáles son sus fortalezas y les permite saber cómo van a reaccionar ante ciertas situaciones.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo si es víctima de acoso?
Si tu hijo o hija está siendo víctima de bullying, te recomendamos estas acciones que te permitirán lidiar con la situación:
- Escúchale y hazle saber, verbalmente y por medio de acciones, que crees lo que te dice.
- Evita tildarle de “mentiroso” o “exagerado”, escucha lo que te expresa y valida sus emociones. No lo hagas sentir culpable por las acciones que otros cometen.
- Demuestra empatía ante lo que el chico o la chica te comenta. Recuerda que son momentos emocionalmente difíciles para ellos.
- Pregúntale qué le gustaría hacer al respecto y, en familia, busquen soluciones. Por ejemplo: proponle a tu hijo solicitar una reunión con el colegio para conversar la situación de manera calmada, ya que es posible que los educadores no sepan lo que sucede o que otros niños y niñas estén pasando por la misma circunstancia.
- Hablen sobre los límites. Enseña a tus peques a identificar cuándo no desean realizar alguna acción y a demostrarlo con respeto. Por ejemplo: puede mirar directamente a quien lo acosa y exponerle su punto de vista “no quiero hacer eso y no me molestes más”. Si la otra persona insiste, se puede retirar de la situación.
- Enséñale que no es cobarde pedir ayuda si se siente intimidado. Puede conversarlo con amigos cercanos o con los educadores para recibir respaldo en una situación de acoso.
- Enséñale que debe mantener la calma ante una situación de acoso. Que no responda con insultos, gritos o golpes. Una estrategia efectiva es respirar profundo y contar hasta 5, eso le ayudará a pensar antes de actuar.
¿Sabes cómo se pueden fomentar las habilidades sociales que le pueden ayudar a enfrentar estas situaciones?
Con las actividades artísticas.
¿Por qué? Porque el arte enseña empatía y comprensión hacia el otro, a respetar a las demás personas y compartir.
El arte también es un medio excelente para ayudar a los chicos a expresar sus emociones y poder canalizarlas.
Todo esto les permitirá relacionarse de manera sana con otros pares.