“¡No te enojes, tampoco es para tanto!”
“¿Y te molestaste por eso? ¡Qué exagerado/a!”
¡Ay, ya cálmate!
¿Qué harías tú si en un momento en el que estás con molestia, alguien te suelta una de esas frases?
¿Te calmas o te molestas aún más?
Con seguridad, te alteras más.
Ahora bien, apuesto que le has dicho algo así a tus peques y lo único que has logrado es hacerles enojar más.
¿Es exagerado sentir enojo? ¿Tenemos derecho a expresar algo que no nos hace sentir bien? Son algunas de las preguntas que nos hacemos cuando escuchamos comentarios así.
En realidad, tu hijo o hija siente lo mismo que tú cuando escucha esas frases. Porque minimizar las emociones de otras personas disminuye su autoestima, y les hace sentir que sus emociones carecen de importancia.
Es importante, sano y necesario permitirnos expresar lo que sentimos, siempre que sea con respeto.
No debemos enseñar a los peques a reprimir lo que sienten. Por el contrario, es necesario ayudarles a entender qué sienten para poder canalizarlo.
¿Por qué? Las emociones son como un globo, si las reprimimos el globo se irá inflando poco a poco y puede explotar.
¿Cómo le explico a mi hijo/a qué es el enojo?
Sabemos que el enojo es una emoción básica que genera irritación, rabia y nos permite alertarnos y protegernos de las cosas que sobrepasan nuestros límites.
Pero, ¿cómo les puedo explicar que es el enojo y cómo reaccionar ante una situación que nos hace enojar?
- Adecua el lenguaje y la explicación a su edad. Le puedes preguntar: ¿Sabes qué es el enojo? ¿Qué sientes cuando te enojas? Y completar la información que ellos ya conocen.
- Explícales lo que ocurre en nuestro cuerpo cuando nos enojamos. Por ejemplo: “Cuando nos enojamos, nuestro corazón se acelera, sudamos, y nuestro cuerpo se tensa, sentimos el cuerpo como el de un robot”.
- Enséñales a identificar qué les hace sentir enojo, mediante preguntas tales como: ¿qué me hizo sentir así? ¿Por qué me siento así? Ello les ayudará a conocerse a sí mismos.
- Explícales cuál es la importancia de expresar el enojo: “si no expresamos cuando algo no nos gusta o nos hace enojar, las demás personas no sabrán que no pueden hacernos eso”.
- Haz énfasis en que es importante mantener la calma: “cuando te enojas puede que sientas ganas de alzar la voz o decir cosas feas, y eso no está bien. Debemos respirar unos minutos antes de hablar para que el corazón vuelva a palpitar como siempre y podamos pensar con claridad qué vamos a decir. Puede que necesitemos alejarnos unos minutos para poder sentirnos calmados, y eso está bien”.
- Recalca que todo lo que hagamos y digamos debe ser con respeto hacia la otra persona.
Es importante que, como adultos, también podamos identificar qué cosas les hacen enojar a ellos. De esa forma podremos transmitírselos y ayudarlos en ese proceso de autodescubrimiento emocional. También, nos ayudará a generar estrategias para anticipar conductas de enojo y canalizarlo.
¿Cómo puedo acompañar la emoción cuando mi peque está enojado?
- Si está enojado, acompáñalo sin invadirlo. Respeta su espacio si así lo solicita.
- Ayúdalo a regularse. Pídele que respire u ofrécele algún objeto que consideres pueda ayudarlo a calmarse (por ejemplo: un squeeze ball).
- Una vez calmado pueden conversar de manera serena respecto a lo ocurrido.
- Evita reprocharle su actitud. Por el contrario, haz una invitación a reflexionar respecto a cómo actuó cada uno.
- Pregúntale cómo se sintió e invítalo a reflexionar si hay algo que pueda hacer diferente en una próxima ocasión.
- Valida sus emociones, y hazle entender que está bien sentir enojo en algunas ocasiones. La dificultad no está en sentir el enojo, sino qué hacemos con eso que sentimos.
- Es importante enseñarle a conversar sobre las cosas que le incomodan o hacen sentir mal. De esta forma irán aprendiendo a establecer límites.
3 actividades para ayudar a los peques a canalizar el enojo:
- Burbujas: una forma de enseñarles a respirar para mantener la calma puede ser soplando burbujas y observándolas mientras se suspenden en el aire. Podemos contarlas, explotarlas o simplemente observarlas. Esta actividad les ayudará a respirar para disminuir las palpitaciones, relajar el cuerpo y aclarar la mente.
- El globo: podemos simular con un globo como se inflan los pulmones y que nuestro pecho debe inflarse como ese globito y luego desinflarse. Pueden acompañar las respiraciones sentados en una posición cómoda, con una suave música y hacer conciencia de lo que ocurre a su alrededor. ¿Qué sonidos hay? ¿Cómo está la temperatura? ¿A qué huele? ¿Cómo palpita mi corazón? ¿Cómo se sienten mis brazos y piernas?
- Actividades de arte: las actividades artísticas son un medio imprescindible para canalizar las emociones. ¿Por qué? Porque nos permiten conectarnos con nosotros mismos, con lo que sentimos, relajarnos y expresar, sin tener que utilizar las palabras, cómo nos sentimos. Son una instancia para conectarnos con nosotros mismos y sentir. Para ello, te recomendamos que visites nuestra página web: https://mitapuy.org/ y revises la oferta de talleres de arte que tenemos para tus peques.